Los resultados de la densitometría ósea generalmente se expresan en dos medidas: el T-score y el Z-score. El T-score compara la densidad ósea del paciente con la de una persona sana de 30 años del mismo sexo y etnia, mientras que el Z-score compara la densidad ósea del paciente con el promedio de personas de su misma edad, sexo y etnia.

Se recomienda la densitometría ósea para personas con ciertos factores de riesgo, como mujeres postmenopáusicas, personas con antecedentes de tabaquismo o fracturas, hombres con enfermedades asociadas a pérdida ósea o mayores de 70 años, y pacientes que usan medicamentos que afectan la densidad ósea. También se sugiere para personas con ciertas condiciones médicas como diabetes tipo 1, enfermedades de la tiroides o paratiroides, y aquellos que han sufrido fracturas después de traumas leves.